El Taoismo en las Artes Marciales de Wudang

 

Las montañas de Wudang, en China, han sido conocidas desde hace cientos de años como un lugar sagrado de cultivo espiritual y de profundo desarrollo de las Artes Marciales Internas o “Neijiaquan” (内家). Destacan especialmente por ser el núcleo de multitud de templos taoístas y por su tradición histórica de maestros relevantes del taoísmo y de la medicina tradicional china.

 

El taoísmo es un sistema filosófico desarrollado a partir de las escrituras de Laozi, recopiladas en el libro del Tao Te King “Daodejing”. Es una tradición filosófica que lleva más de dos milenios ejerciendo su influencia en los pueblos del extremo oriente.

 

El objetivo fundamental de los taoístas es la búsqueda de la inmortalidad o mejor dicho de la longevidad y de la autosuperación del propio ser en comunidad con su entorno. Los ideales taoístas nacen de la integración en el entorno natural, la idea de compenetrarse con la naturaleza de tal modo que se lleguen a experimentar los ritmos vitales que resuenan en ella, sintonizando el propio cuerpo humano mediante una serie de ejercicios acorde con esos ritmos, ganando así serenidad mental y energía física.

 

Los taoístas han vivido desde siempre descubriendo métodos que pudiesen prolongar su vida. Parte del resultado de esta paciente búsqueda ha sido el gran desarrollo de las prácticas de refinamiento de la energía vital “Qi" (), y el incremento en la salud de sus practicantes. Este camino incluye la purificación de uno mismo a través del control de las emociones mediante la contemplación, la meditación, el control de la respiración y otras formas de autodisciplina como los conocidos ejercicios dentro de las artes internas: Daoyin (導引), Qigong (氣功), Neidan (内丹) y Neijiaquan (内家).

 

Para todo ello el practicante taoísta desarrolla tales actividades mediante el concepto de la “No acción” o Wu Wei (), que en la filosofía taoísta es el concepto de la acción sin acción intencionada, donde no debe confundirse el no actuar en el sentido de no hacer nada. El Wu Wei  describe un importante aspecto en el cual la forma más adecuada de enfrentarse a una situación es la de actuar sin forzar, es pues, una forma natural de hacer las cosas sin forzarlas mediante artificios que desvirtúen su armonía y principios. Es el cese de la acción inducida por los deseos y por el apego, un modo de actuar que no deja trazas en la naturaleza, invisible, armonioso y que no se delata a sí mismo. Una especial forma de fluir sin influir, de vivir sin interrumpir y de favorecer sin impedir.

 

Las Neijiaquan o “Artes Marciales Internas” se centran en la consciencia del espíritu, de la mente, de la energía vital y del uso de la relajación en lugar de aprovechar la tensión muscular. A pesar de que la práctica de la mayoría de los estilos internos se lleva a cabo lentamente, en algunas ocasiones aparecen repentinos estallidos de movimientos explosivos o "Fajin" (發勁). En una situación de combate real, los estilos internos se llevan a cabo con ligera rapidez, aun así el objetivo es aprender a implicar todo el cuerpo en cada movimiento, manteniendo la respiración profunda y controlada, adoptando la relajación mediante un tono muscular distendido y coordinando los movimientos del cuerpo y la respiración con precisión.

 

La práctica de las artes internas implica necesariamente el uso de la energía “Qi" () y para eso es indispensable el adecuado uso de la intención “Yi” (), es frecuente en  las  artes taoístas la mención de la frase “Yi Yi Yin Qi” (以意引氣): La intención mueve el Qi. Cuando uno se mueve con la intención, la respiración y el movimiento, lo hace con todo el cuerpo a la vez.

 

En las Artes Marciales Internas la diferencia entre una técnica realizada como consecuencia de un ejercicio exclusivo de desarrollo de fuerza muscular “Li” () y una técnica acompañada por un correcto enfoque de nuestro Yi suele ser muy grande, tanto en efectividad y potencia como en comodidad de quien la ejecuta.

 

Aplicando el concepto antes mencionado del “Wu Wei”, se entiende que el objetivo de la práctica taoísta en la lucha es ser capaces de llegar a combatir en un estado de atención tranquila "Moting" (默听) donde cada movimiento se realice sin esfuerzo aparente, evitando los enfrentamientos lineales con el oponente, absorbiendo el poder de sus ataques y respondiendo mediante movimientos circulares y suaves a la vez que contundentes, cargados de Qi.

 

Como reza uno de los pasajes de “El Arte de la Guerra” de Sun Zi:

 

“Sé extremadamente sutil, hasta el punto de no tener forma. Sé completamente misterioso, hasta el punto de ser silencioso. De este modo podrás dirigir el destino de tus adversarios”

 

Es importante resaltar que en la práctica taoista, las artes marciales también enseñan mucho más de cómo proteger al cuerpo físico o de como salvaguardar la integridad física de los practicantes, nos muestran cómo enfrentarnos a nuestros puntos débiles y empuja nuestros límites físicos y emocionales, forjando nuestra resistencia, perseverancia y paciencia como manifestaciones de una fuerte voluntad. Dejando de lado la ira, la impaciencia, el deseo egoísta y el odio.

 

A través de estas prácticas y de la experiencia adquirida a través de ellas empezamos a tener una mayor comprensión y conciencia de nuestra salud y bienestar que se extiende mucho más allá de la lucha, penetra en todos los aspectos de nuestras vidas incluyendo nuestras relaciones con el mundo exterior, desarrollando un mayor equilibrio y una mayor conciencia de nosotros mismos.

 

 

© Alex Mieza ‘Zī Xiǎo’ (资晓)

16th Generation Wudang Sanfeng Pai

武当三丰派第十六代西班牙传人 

 

 

 

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Artículo publicado en ‘ElBudoka’ revista pionera de habla hispana de Artes Marciales:

 

http://www.elbudoka.es/revista/budoka17.pdf