Qigong

氣功

 

El Qigong (conocido como Chi Kung) puede ser entendido como un conjunto de técnicas habitualmente relacionadas con la Medicina Tradicional China, que comprenden la mente, la respiración y el ejercicio físico. Se practican generalmente con objetivos orientados al mantenimiento de la salud, pero debido a su potencial en algunos casos se puede prescribir con objetivos terapéuticos específicos, y es que hay diversos estudios médicos que avalan algunos beneficios atribuidos a la práctica del Qigong.

 

Es una práctica alternativa para el desarrollo y mantenimiento de la salud en general, para la longevidad, para la prevención y un gran apoyo para enfermedades que se practica desde hace miles de años en la antigua China. Como una forma de ejercicio suave, el Qigong se compone de movimientos que se suelen repetir en series, basados en el fortalecimiento y estiramiento del cuerpo, aumentando el movimiento de fluidos (sangre, sinovial, y linfa), mejorando el equilibrio y la creación de conciencia de cómo el cuerpo se mueve a través del espacio. Los ejercicios de Qigong  suelen ser suaves, aunque se realiza un trabajo intenso en el interior del cuerpo, éstos ejercicios se combinan con muy diversas técnicas de respiración y con trabajos específicos de meditación. 

 

El  Qigong se puede traducir como el "trabajo de la energía" o el arte de hacer circular la energía de la forma más adecuada. Esta práctica se caracteriza por tener efectos tanto en el nivel físico como en el mental y emocional, la práctica constante de esta alternativa regula el sistema nervioso central afectando positivamente al resto de órganos y sistemas, facilitando su función adecuada, fortaleciendo el sistema inmune y ayudando a las células a regenerarse vigorosamente. Influye directamente en la circulación sanguínea y el sistema cardiovascular. 

 

Es una excelente alternativa que ayuda a desarrollar cualidades importantes en el cuerpo como: la elasticidad, el control y armonía corporal, creando desde la primera sesión una grata sensación de bienestar y vitalidad. Además ayuda al equilibrio de la energía emocional, es una herramienta muy benéfica y con muy buenos resultados para tratar casos de depresión, miedos, enfados o desesperación, ansiedad, estrés, etc.

 

Con el Qigong las emociones se armonizan y se regula su flujo creativo, lo que ayuda a eliminar tensión interior nociva que se estanca en articulaciones, músculos, órganos y sistemas, creando bloqueos energéticos que a la larga y de persistir se convierten en enfermedades y dolencias de todo tipo. 

 

En definitiva, es tan amplio es su abanico de posibilidades como el de su accesibilidad, puesto que la práctica del Qigong puede ser ejercida por cualquier persona de cualquier edad y condición, y puede obviamente combinarse con otras alternativas de salud.