Alquímia Interna

内丹

 

En la cultura del taoísmo existe un especial afán por estudiar meticulosamente los fenómenos espirituales que son comunes a toda la humanidad, y a partir de pruebas y experimentos ha desarrollado durante milenios diferentes tipos de sistemas para observar cuidadosamente el entorno, las relaciones, el medio ambiente natural, y el comportamiento del cuerpo humano y su interacción con las energías del universo.

 

La búsqueda de cómo mejorar el rendimiento energético, la calidad de vida y el estado de salud desde siempre ha sido un interés principal en la evolución del ser humano y en específico en la cultura del taoísmo. Con su larga historia y evolución, el camino para mejorar este rendimiento ha sido desarrollado y modificado a través de los siglos por los antepasados, debido a su continua investigación y práctica. 

 

Neidan es el término con el que se conoce a la parte de la tradición alquímica china. Comparte principios, nociones y métodos con la Medicina Tradicional China y con prácticas ancestrales como la meditación y los métodos para "nutrir la vida" (Yangsheng). El objetivo de la Alquimia interna o Neidan es trabajar con las energías que ya están presentes en el cuerpo humano en lugar de utilizar sustancias naturales, medicinas o elixires desde fuera del cuerpo. 

 

La persona que aspira a la sabiduría intenta crear un vacío interior, que en realidad sirve para ser llenado y poder alcanzar la plenitud. Libre de toda distracción y de cualquier impureza, el sabio quiere llenar este vacío con la Energía Original (Yuan Qi), que representa el auténtico principio vital que en los seres humanos va decayendo desde el momento en que nacemos y se agota en el instante de nuestra muerte. Los antiguos taoístas buscaban una manera de parar el envejecimiento, congelar el tiempo y regresar a un estado de plenitud energética alejado del deterioro inevitable de la vida humana. Si mediante la práctica del Neidan podemos recuperar la plenitud energética, tendremos en nuestras manos un factor esencial en el mantenimiento de la salud global, tanto mental como física. El objetivo es el de refinar la estructura corporal para poder acumular energía, esto se refiere a la idea de poder llenar el cuerpo de una vitalidad completamente nueva y poderosa, la misma que teníamos al entrar en la adolescencia.

 

Para ello se observan tres grandes métodos destinados a recuperar la energía vital original (Yuan Qi) mediante técnicas alquímicas en diferentes vertientes:  

 

   TIAN DAN - Elixir del Cielo. Técnicas especiales de meditación, de circulación de energía, y técnicas de respiración especiales, diferentes según el momento energético. Muchos estilos de Qigong practicados actualmente son derivaciones de los métodos taoístas de alquimia del Cielo.

 

  REN DAN - Alquimia con otra persona o "Alquimia sexual", entendiendo que la relación sexual representa un momento energético muy especial, en donde Yin (la mujer) y Yang (el hombre) unen sus polaridades para crear un polo energético completo (Taiji). Para ello existen diferentes técnicas de retención de la eyaculación y reducción de la menstruación, así como diferentes técnicas de procedimiento en el acto sexual.

 

  TI DAN - Elixir de la Tierra. Cada alimento aporta, además de los nutrientes que le son específicos, cierta cantidad de energía que se polariza para ser utilizada por un órgano en concreto, o que produce un tipo de efecto concreto sobre la circulación energética. Se tiene muy en cuenta equilibrar los colores, las texturas y los sabores de los alimentos, para evitar excesos o insuficiencias en alguno de ellos, puesto que podrían provocar o agravar alguna enfermedad, desequilibrando la circulación de energía y perturbando el trabajo alquímico del estudiante.  

 

 

El trabajo alquímico puede convertir estos sistemas energéticos en una vía interior de gran potencia, ayudándonos a subir la energía, vitalidad y equilibrio general del cuerpo. El equilibrio es el estado de la energía en el que todos los órganos vitales funcionan en armonía y la esencia, energía, y espíritu se conservan y no se agotan. La energía forma un puente entre el cuerpo y la mente, y es el punto de apoyo que mantiene las funciones fisiológicas y psicológicas en equilibrio. 

 

En resumen, el cultivo interno taoísta constituye una inestimable ayuda en el camino hacia la auto-evolución, sirviendo para que el adepto pueda analizar su propio ser y con ello los demás seres, acelerando el progreso hacia una visión de entendimiento general más espiritual del mundo.